¿De dónde viene nuestra energía?
En todos los animales, incluidos los humanos, la energía proviene de los alimentos.
Dentro de todo lo que comemos y bebemos (aparte del agua corriente) hay moléculas ricas en energía como la glucosa.
Entonces, cuando ingerimos un bocado de comida o un sorbo de jugo de fruta, por ejemplo, éstas moléculas ricas en energía ingresan a nuestros estómagos y luego el cuerpo las descompone para usarlas como combustible.
Los carbohidratos, las grasas y las proteínas se conocen como los «macronutrientes», los principales grupos de alimentos que proporcionan energía al cuerpo humano.
Otros nutrientes también pueden darnos energía, incluidos los aminoácidos como la leucina, así como las vitaminas del grupo B y la cafeína.
¿Qué afecta los niveles de energía?
Dormir lo suficiente (alrededor de siete a nueve horas cada noche) es clave para tener energía para todo el día.
Llevar una dieta saludable en general, no fumar, evitar el alcohol y hacer ejercicio diario impacta en los niveles de energía. Hay diversos factores que afectan nuestros niveles de energía que afectan el estilo de vida y todas las cosas que podemos conseguir y cuanto podemos avanzar en nuestras metas.
¿Podemos aumentar el nivel de energía a través de los alimentos?
La buena noticia es que al ser los alimentos la principal fuente de energía, puede aumentar los niveles de energía a través de los alimentos.
La cantidad de energía de un alimento se mide en calorías (kcal). Sin embargo, no es tan simple pensar en comer muchos alimentos ricos en calorías para aumentar los niveles de energía.
En realidad si nos embarcamos en engullir comidas altas en calorías como papas fritas, refrescos de cola, hamburguesas con queso y helado, seguramente acabaremos en un estado letárgico y sin energía.
Los alimentos energéticos son aquellos que nos aportan energía en forma sana. La comida chatarra proporciona energía rápido y después se pasa a un estado de letargo y abulia, a la vez que el cuerpo casi no tendrá nutrientes necesarios para funcionar.
Los alimentos que contienen fibra, las grasas saludables, las proteínas y los carbohidratos sin refinar son considerados alimentos energéticos; brindan al cuerpo energía constante, algunos por un período largo de tiempo y otoros más corto.
Ejemplos de alimentos energéticos
- Los frutos secos, son ricos en fibra; nueces, almendras, pistachos, maní, entre otros.
- Las legumbres son ricas en fibra; alubias o porotos, lentejas, granos de maíz, garbanzos, arvejas.
- Los cereales como el arroz integral, la avena son ricos en fibra y son considerados energéticos.
- Las carnes son alimentos energéticos porque son proteína pura; el cuerpo utiliza la proteína para construir los tejidos, piel, huesos y tejido cerebral por ejemplo. Carne de vaca, pollo, caprinos, cordero, pescado, mariscos. Los huevos también son energéticos. Las carnes rojas tiene altos niveles de vitamina B12 que es la que aporta energía al cuerpo humano por excelencia. El hígado de vaca es la parte que mayor concentración de vitamina B12 de todos los alimentos; además aporta más de 30 aminoácidos que no se encuentran en otros animales.
- Los lácteos son proteicos y son considerados alimentos que aportan altos niveles de energía: quesos, leche, requesón, crema de leche.
- Las frutas ricas en fibra también apotan altos niveles de energía como la banana que tiene potasio. Las peras, manzana, también tienen fibra.
- Los carbohidratos proveen energía a nuestro organismo de forma rápida pero dicha energía dura menos tiempo que la que aportan las carnes. Entre los carbohidratos, encontramos: papa, batata, arroz, panes, fideos, azúcares.
Si desea aumentar sus niveles de energía puede cambiar su dieta semanal por una que combine carbohidratos y proteínas y a la vez puede consumir multivitamínicos en comprimidos que contengan el complejo de vitaminas B.